Cinco años espléndidos

Otras cuantas semanas que pasan y nosotros no damos noticias de vida, sinceramente mil disculpas, pero con Helios trabajando los domingos y Geraldine estudiando el finde, la verdad que no nos da mucho tiempo para hacer excursiones divertidas. Aun así, siempre hay novedades para contar.

Para empezar, a finales de febrero fue nuestro aniversario. Ya 5 años compartiendo una vida conjunta, y pensar en muchos aspectos parece que fue ayer cuando estábamos en Holanda. En días como estos, nos damos cuenta de la suerte que tuvimos de conocernos, de como cambio nuestra vida para mejor, y de lo felices que somos. Para celebrarlo hicimos lo que mejor se nos da: Cenar, jejeje. Esta vez fue la primera vez que nos animamos a ir a aun restaurante al azar y pedir de la carta (como si tuviéramos ya el poder adquisitivo de los australianos). Esta vez fuimos a un japonés, y quedamos muy contentos con el servicio. Claro esta que la comida no fue tan abundante como nos hubiese gustado, pero ahí esta la razón de que ellos sean tan delgaditos y nosotros no, jijiji.

En este periodo nos reunimos con Graciela (nuestra agente), es increíble como esa mujer no para nunca y siempre está pensando en nuevos trabajos y nuevas oportunidades. Es difícil de describir, pero a pesar de que nos vemos poco, cuando nos vemos nos da una paz y nos recuerda lo bonito que es tener familia cerca. Además de encontrar un curso para Helios que tenga que asistir poco y que será interesante para el (administración de pequeños negocios). Nos ha dado la idea de hacer que los estudios de Geraldine, nos sean de utilidad como autónomos. Es decir, Geraldine seguirá intentando trabajar para la empresa que se dedica a hacer los impuestos, pero en paralelo, nos pondremos a hacer los impuestos de todos los estudiantes que Graciela pueda recomendarnos y que nosotros podamos conseguir por nuestra cuenta. La verdad que estamos muy contentos por esta nueva oportunidad.

A pesar de estas novedades, lo demás sigue como siempre. El tiempo pasa volando, nosotros nos dedicamos los finde a aprovechar la piscina, estudiar, trabajar, ver pelis, series y salir a cenar. Hablando de cenas, el otro día fuimos a restaurante que se llama el tren del sushi y quedamos gratamente sorprendidos por la calidad de los sushis. Y ahora que no tenemos tanto tiempo, ni tanta paciencia como al principio para hacer nuestros propios sushis, encontramos una variante para no dejar de comer esos riquísimos bocaditos y no tener que cocinarlo nosotros.

La última semana no fue tan bien como las anteriores porque hay un virus dando vueltas por Australia,  y como no, después de la mitad de los compañeros de Geraldine estuvieran enfermos, nos toco a nosotros resfriarnos. Aun enfermitos no bajamos los brazos y continuamos con nuestra rutina.