El sábado 8 de febrero fuimos a nuestro primer mercado, y no
como compradores sino como vendedores. Quedamos con una chica que tiene un
stand, y tiene un poco más de experiencia que nosotros, y compartimos los
gastos a medias. Para ello nos tuvimos que levantar a las 3 y media de la
mañana porque a las 4 y media teníamos que empezar poner el stand bonito. No es que nos lleve
mucho tiempo poner lo nuestro, ya que nuestros productos (calzoncillos y
bragas) son fáciles de acomodar. Pero al
ser nuestro primer mercado, teníamos que ver como poníamos los precios. A pesar
de que pasamos una bonita mañana, la verdad que nos dimos cuenta que la gente
no va a un mercadillo a comprar ropa de marca y por eso descartamos futuros
intentos. Luego el finde estuvo relacionado con la mudanza y despedirnos de las
facilidades que esa casa nos aportaba. Es decir, aprovechar la piscina por última
vez y despedirnos de nuestros vecinitos. El domingo por la mañana teníamos más
o menos todo en cajas y maletas cuando, como sorpresa, Tereza y Raoni (nuestros
amigos brasileros) llegaron con una torta para celebrar (otra vez) el cumple de
Geru. Así que hicimos nuestra última barbacoa
de la casa y pasamos un buen rato. Cuando a las 17hs nos contestó nuestra nueva
inquilina diciendo que podíamos ir a nuestra nueva casa. Terminamos de meter lo
que pudimos en el coche y nos vinimos. Es increíble todo lo que se puede
acumular en un año, ya que nos vinimos solo con 4 maletas y ahora nos tocó
hacer 2 viajes en coche para poder mover todo, sin contar que aun tenemos un colchón
que mover.
Nuestra nueva casa es mucho mas tranquila y mejor en muchos
sentidos. No solo está a 5 min del trabajo de Geraldine, con el ahorro en
gasolina que esto implica, sino que solo compartimos con un chico y una chica
jóvenes, nativos ( australianos y de New Zeland) y sobre todo limpios. La casa está
mucho mejor conservada que la anterior, y si bien ya no estamos en la montaña
con esa brisa fenomenal que nos hizo el verano mucho más ameno, aun seguimos
teniendo una piscina para disfrutar el resto del año. La dueña es china, lo que
no es de extrañar ya que estamos en los alrededores del gueto chino, y es mucho
mejor que el dueño anterior.
Con respecto a los trabajos, Geraldine comienza media hora
antes, pero como estamos tan cerca, se levanta 10 min mas tarde de lo que solía
levantarse y llega mucho antes a casa. Helios cada vez trabaja más horas, y
ahora puede disponer del coche, lo que facilita mucho más los desplazamientos. Además
ya terminó el curso que estaba haciendo y ahora tiene 2 meses de vacaciones en
los que puede ponerse a buscar trabajos a jornada completa. Lo que nos da mucha
libertad porque es la primera vez que tenemos esperanza de que pueda salir algo
de informático, ya que no tiene las restricciones de media jornada que tenía
hasta ahora. Si bien es por un corto periodo, es mejor esto que nada.
Para el día de los enamorados hicimos lo que mejor se nos
da, seguir disfrutando juntos de esta maravillosa experiencia, y el sábado nos
fuimos a una cascada que Geraldine lleva queriendo ir desde que llegamos a
Australia. Es una cascada que cae dentro de una cueva, la verdad que las vistas
son incomparables. Además, la guía nos recomendó otros recorridos por la zona,
e hicimos caminatas por unos bosques selváticos que tenían mucho verde y unos
árboles altísimos. También hicimos otro recorrido por un bosque que tiene unos
acantilados impresionantes. En este recorrido además de ver algunas cascadas
mas, encontramos una langosta enorme y azul.
Este último fin de semana, la verdad que no nos dio tiempo de
hacer mucho. Hemos tenido mucha suerte porque esta semana hemos tenido más
trabajo de lo habitual, con lo que esto nos va a ayudar a aumentar ahorros. Como
ejemplo, Helios ha tenido trabajos extras de limpieza, que aunque han sido
duros, se agradecen; y el sábado nos volvieron a llamar para lo de las carreras
de caballos que no íbamos desde diciembre, así que ha sido semana completa de
trabajo.
El domingo a Helios le toca trabajar para la empresa de
limpieza con la que está limpiando las oficinas, que como vieron que era un
buen trabajador cada vez que tienen algún trabajo extra se lo dan a él. Geraldine
estuvo estudiando todo el día, ya que empezó el curso para ser "agente de
devolución de impuestos" que sería más o menos como ser la que hace la declaración
de la renta. Por ahora está muy emocionada, le gusta mucho el material que
estudia y como está encarado el curso. La única pega es que la profesora es
nueva y la verdad que en las clases no enseña mucho, por si acaso Geraldine
intentará cambiar la escuela a ver si tiene mejor suerte con el profesor, o no
le quedará otra que estudiar por su cuenta y hacerle la pelota para que cuando
termine el curso, la contraten a ella para trabajar en esta compañía.











