Salimos el 27 de noviembre por la mañana. para ellos nos levantamos a las 6 de la mañana y Carmen nos llevó al aeropuerto. Dio un poco de pena ser conscientes que esto ya estaba en marcha y aunque todos nos dicen que siempre podemos volver, gastamos mucho tiempo y dinero en esta aventura así que más nos vale esperar que nos vaya bien.
Por suerte coincidimos con una chica muy amable que no solo nos dejó pasar con los 42.80 kilos en las 2 maletas (en lugar de 40). Sino que ademas no nos pesó las de mano, lo que fue un alivio porque llevábamos un poco de sobre peso.
Luego el viaje fue sin incidencias. Intentamos pasar nuestra primeras 12 horas de vuelo como pudimos. Helios vio 3 películas y Geraldine una peli, medio libro y unas cabezaditas. Dormirnos todo lo que pudimos pero aun así nuestro cuerpo no estaba preparado para dormir cuando no era necesario. Llegamos a Singapur a las 11 de nuestra noche, a las 5 de la mañana de ellos. Así que como estaba planificado fuimos a pasear y a recorrer la ciudad. Solo que nos hubiese gustado haber llegado mas descansados. Ya no entendíamos si era de día o de noche...
Después de recorrer un poco el aeropuerto, encontramos el tour que era gratuito y nos apuntamos a primera hora. En el aeropuerto encontramos esos mágicos sillones de masajes que nos habían comentado y allí nos pasamos gran parte de la mañana: Haciéndonos masajes en los pies para recuperar fuerzas. También paseamos por el invernadero o jardín de mariposas. A las 8 de la mañana fuimos al punto de encuentro para el Tour. El tour fue un recorrido en bus que nos llevó al centro, nos enseñó los edificios más emblemáticos y nos dejó bajar para sacar fotos en un punto panorámico. Luego nos dio una vuelta por el barrio chino.
A la vuelta al aeropuerto estábamos cansadísimos, entre la humedad que hacia y la noche sin dormir no nos manteníamos en pie. Pero como solo podíamos entrar una sola vez al aeropuerto decidimos ir al centro y así comíamos comida típica del país.
Hacia un calor insoportable pero aun así encontramos un shopping en donde comprar nuestra comida y luego salimos a pasear por la ciudad. Fuimos a un sitio que tenia unas vistas impresionantes Luego continuamos el camino hacia Marina Bay, el complejo del magnate de eurovegas, con sus tiendas de lujo, casino y jardín precioso al lado. En algún parque del camino nos quedamos a hacer una siesta porque el calor nos empezaba a dar dolor de cabeza. Luego paseamos por el parque que esta justo en frente del complejo y por el centro comercial del gran edificio. Ya cuando oscurecía volvimos al punto panorámico y cenamos por la zona. Nos gastamos los últimos dolares del país que nos quedaban y volvimos al aeropuerto.
El viaje solo duro 8 horas en las que intentamos dormir lo máximo que pudimos. Al llegar tuvimos suerte que nos tocó gente simpática que no nos abrió la maleta (así que nos arrepentimos de haber dejado los zapatos del trabajo por ser de cuero, mi monedero y otras detalles mas...) descubrimos que en Brisbane hacia calor pero por suerte no había tanta humedad y el aire que corría era fresco.
¡¡¡LLEGAMOS A AUSTRALIA!!!!
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