Buscar en este blog

domingo, 29 de diciembre de 2013

Desde Brisbane hasta 1770

Estas fiestas hemos tenido suerte porque Geraldine tubo el día 25 y 26 diciembre libres, además se pidió fiesta el día 27 que era viernes y tuvimos 5 días de vacaciones. El martes Geraldine trabajó por la mañana y luego preparamos una tortilla y unas croquetas para celebrar la navidad con unos amigos. Después puede pasar una bonita noche en compañía, nos fuimos a casa. 



A pesar de que nos acostamos tarde, el miércoles nos levantamos temprano. Ya teníamos el coche preparado así que salimos de casa lo más pronto que pudimos. Llegamos a Nosa sobre las 11 de la mañana y allí nos estaban esperando nuestras parejas amigas. El día fue excelente. Disfrutamos del agua calentita y tranquila del rio y del mar como si hubiese sido una piscina. Pasamos la mañana en la playa de los "perros" y por la tarde nos fuimos hacia una playa que hay en el parque natural. 




Cuando llegó la hora de despedirnos, nuestros amigos condujeron hacia Brisbane y nosotros continuamos conduciendo hacia el norte. Aproximadamente dos horas después, nos paramos en una área de descanso a dormir.

Al levantarnos nos fuimos a un pueblo llamado Tin Can Bay. Llegamos aproximadamente a las ocho y media en un lugar donde supuestamente daban de comer a delfines. Lástima que no sabíamos que les daban de comer a las 8 y por ende no pudimos alimentarlos, pero pudimos ver al último delfín que se había quedado rezagado. Continuamos el viaje y, después de una hora, llegamos a Rainbow Beach (la playa del arco iris), llamada así porque las arenas de la zona tienen distintos colores debido a las rocas volcánicas que afectan su color. A pesar del calor que hacía fuimos a Carlo Sand Blow, que son unas dunas de arena con vistas al océano azul. Por suerte la arena no estaba tan caliente como nos imaginábamos y pudimos disfrutar de unas magníficas vistas y de una arena súper divertida. 





Como hacía tanto calor nuestra siguiente parada fue directamente la playa, que a pesar de que tenía una temperatura perfecta, tenía bastantes olas para nuestros gusto. 



Después de disfrutar un rato, cogimos el coche y continuamos por la carretera hasta un desvío en el que había un rio en el que se podía bañarse. La verdad que el rio nos sorprendió gratamente. El agua estaba cristalina y un poco fría, que con el calor que hacía nos fue de maravilla. Además había unos peces preciosos y el lugar tenía mucho encanto. Disfrutamos un buen rato y luego continuamos nuestro viaje. 

El siguiente pueblo que quedaba de paso era Maryborough, que no solo es el primer pueblo de Queensland, sino que también es donde nació la creadora de Meri Popins.



Como era día 26 de diciembre, "Boxing Day" para los ingleses, todas las tiendas tenían rebajas especiales para este día. Así que conducimos hasta un pueblo más grande llamado Hervey Bay y aprovechamos para comprarnos una cámara acuática a buen precio, ya que la anterior se nos rompió en el anterior viaje. Después aprovechamos el tiempo que nos quedaba para jugar un poco en un parque acuático gratis, dar un paseo por la costa, y para pasear por un embarcadero súper largo donde las vistas del atardecer eran preciosas. El agua estaba llena de medusas, así que no nos apeteció meternos en el agua otra vez. 





Ya entrada la noche, aprovechamos para pedirnos nuestro típico fish and chips y lo comimos en un banco con vistas al mar.  Finalmente cogimos el coche y, después de conducir un buen rato, nos paramos a dormir en una área de descanso cerca del pueblo que queríamos visitar al día siguiente.



Al levantarnos, cogimos el coche y llegamos a Bundarberg antes de que la oficina de turismo abriera, así que tuvimos que hacer un poco de tiempo. Lamentablemente para ir a la barrera de coral "Great Barrier Reef", la empresa que realizaba los viajes tenía todas las plazas ocupadas, así que tendremos que posponer la visita para otra ocasión. Como de costumbre hacía mucho calor y por eso nos dirigimos hacia la playa. Hicimos una parada previa en la destilería de Ron que hace famoso al pueblo (Bundaberg Rum), pero no hicimos la visita guiada ya que nos requerían zapatos cubiertos y solo llevábamos chanclas. 


Ya en la zona costera, comenzamos por un río que estaba súper calentito, para después continuar con la playa de enfrente que, a pesar de tener buena temperatura, no nos atrajo demasiado. Durante la mañana recorrimos las playas de la zona. Pueblos llamados Bargara, Inner Park, Coral Cove y Eliot Head tenían playas y ríos en los que aprovechamos para darnos un chapuzón. 










Además fuimos a un mirador situado en un antiguo volcán e hicimos una barbacoa en Bunnet Head antes del anochecer. 


La última parada de la noche fue una reserva natural de tortugas marinas en la que habíamos reservado plaza con anterioridad. Antes de llegar tuvimos la grata noticia de que Helios finalmente aprobó el examen de inglés requerido para tramitar el visado de trabajo, así que ya les iremos informando de las novedades así que tengamos más noticias. La visita a las tortugas marinas comenzaba a las 7 de la tarde, pero como las tortugas no entienden de horarios a la hora de acercarse a la playa a poner los huevos, nos tuvimos que esperar hasta las 12 de la noche hasta que finalmente se decidieron a venir. En la zona hay tres tipos de tortugas marinas, pero principalmente las que vienen son del tipo Loggerhead, así que la que vimos fue de ese tipo. Se estima que las tortugas marinas pueden vivir hasta 800 años, pero la que vimos era muy joven y solo tenía 35. La verdad es que fue una experiencia apasionante el ver en directo la tortuga cavar un hoyo en la playa, para posteriormente poner los huevos dentro y cubrir el nido de arena. Las tortugas suelen poner una media de 140 huevos, pero sin embargo, la que vimos solo puso 70 ya que tenía un ovario en mal estado. Una vez los expertos la habían medido y controlado que todo estuviera bien, la tortuga volvió al agua y luego desenterramos los huevos para trasladarlos a un nuevo nido a un nivel superior, previniendo así que la marea pudiese dañar los huevos. Las tortuguitas tardan 2 meses en nacer, y se estima que nacen el 85% del total de huevos, sin embargo solo 1 o 2 llegan a la adultez, ya que cuando son tan pequeñas hay muchos peligros acechando tanto en el camino de la playa al mar como una vez en el agua. Finalmente, ya casi a las 2 de la madrugada terminamos la visita y buscamos un sitio para dormir.



Al levantarnos comenzamos recorriendo un pueblo llamado Miara. Nos decepcionó un poco porque el río que tenía era para pescadores y barcas y no pudimos  bañarnos, es decir que los 12 km que nos desviamos no valieron la pena.  


A partir entonces empezamos a dudar de lo que decía nuestra revista turística y nos saltamos un par de pueblos. Algunos tenían encanto y otros no tanto. 



Por la zona hay muchos parques naturales que sólo se pueden acceder con 4x4 y por eso por ahora no los hemos podido ver, pero nos queda como tarea pendiente para el futuro. Finalmente llegamos a un pueblo llamado Agnes Water a la hora de comer y, cómo no, hemos comido un fish and chips excelente a precio de escándalo. Comimos en la playa del pueblo y, a pesar de que las vistas y el mar era maravillosos, no nos daba tiempo a meternos en el agua ya que teníamos reservado un tour la otra parte del pueblo. 



La punta de la península se llama pueblo de 1770 ya que James Cook desembarcó por primera vez el 24 de mayo de ese mismo año. En el pueblo durante el año no viven más de 50 personas, pero en  estos momentos de fiestas, todos los campings y hoteles estaban llenos. Lo que no es de extrañar porque es un pueblo maravilloso con un parque natural extraordinario. Nosotros tuvimos la suerte de verlo por el lado del río, ya que hemos hecho un tour en kayak de aproximadamente 3 horas, en el que hemos visto un atardecer de película. 







Lamentablemente no hemos podido ver los delfines que habitan en la zona y creemos que el motivo es que entre tanto barco se asustaron. A pesar de que el guía garantiza que hace calor durante todo el año, creemos que la temperatura del agua en ese momento era inmejorable. Después del tour hicimos una barbacoa y pasamos la noche en las afueras del pueblo.

Al día siguiente intentamos ir al parque natural, pero como para acceder se necesitaba un 4x4 desistimos y fuimos directamente a la punta de la península, donde hay un mirador y unas casas que valen una fortuna. 



Después de esa pequeña excursión nos fuimos a la parte del río donde hicimos la excursión en kayak, y nos estuvimos bañando toda la mañana. Esa graciosa playa tiene unos mini cangrejitos que dejan bolitas de arena cada vez que se entierran. A pesar del miedo inicial, nos hemos divertido un buen rato mirando cómo salían y se entraban en la arena al acercarse.



Pero sin duda lo más bonito del día fue cuando había marea baja, que pudimos cruzar a unos bancos de arena en los que se formaban una especie de piscinas con agua muy calentita. Tan bien estábamos que nos quedamos dormidos un rato en el agua, y como todo turista, nos hemos quedado colorados a pesar de la protección solar. 






A la hora de comer hemos repetido fish and chips y después nos hemos puesto en marcha hacia Brisbane. Las primeras horas de viaje fueron insoportable ya que por primera vez el aire era caliente pero después de 2 horas y media de viaje nos hemos dado otro chapuzón en él mar (Burrum heads). Lamentablemente se acabaron nuestras vacaciones, hemos recorrido un total de 1500km en 5 días, nada mal jeje, pero lo que más hemos hecho en falta especialmente en estas fechas es la familia. Un fuerte abrazo a todos y felices fiestas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario