Ya estamos de vuelta!!! A pesar
de otras novedades que tenemos para contarles, esta entrada va única y exclusivamente
dedicada a Japón!!
Día 1: de Gold Coast hasta
Segendai, Tokio.
La idea fue un poco caótica, ya
que llevábamos 5 semanas consecutivas con un trabajo extra que no nos dejó
tiempo ni de preparar la maleta. Por suerte, la exagerada de Geraldine tenia
cosas separadas limpias para el mega viaje y hemos hecho trampa y utilizado
cosas de allí, y de paso testear un poco si la ropa es cómoda, adecuada, si es
mucha, poca, etc...
El vuelo salió desde el
aeropuerto de Gold Coast a eso de las 11 am. es decir, que nos tuvimos que
levantar temprano a preparar lo último de la maleta (a lo rápido), e ir directo
al parking a dejar el coche. Es la primera vez en mi vida que llego 2 horas
antes de la salida del vuelo y pasamos literalmente las 2 horas haciendo papeleo.
Si sabemos que cuesta tanto salir del país, nos los pensamos 2 veces.... Después
de enseñar documentación, y rellenar varios formularios, nos tocó volar casi 9
horas (sin comida!!).
Esto quiere decir, que a pesar de que llegamos sobre las
19hs a Tokio, no queríamos parar hasta conseguir llegar a la casa. Terminamos
almorzando a eso de las 23hs. Como podréis imaginar ese día caímos rendidos,
aunque la idea de dormir a lo Japonés, es decir en unos minicolchoncitos sobre
el suelo, no era muy apetecible. Cuando hay hambre no hay pan duro...
Día 2: Barrios de Asakusa, Ueno y
Akihabara
Al día siguiente, ya con las energías
recargadas, nos aseamos, nos comemos unas tostaditas que nos da nuestro anfitrión
de desayuno y salimos a la calle. Desgraciadamente nos tocó un día de
lloviznas y menos mal que nuestro anfitrión nos prestó su paraguas (aquí
comentar que más del 80% de los paraguas japoneses son transparentes, tanto que
Geraldine se pregunta si es alguna regla..) Para acostumbrarnos a la City, el
primer día escogimos los barrios centrales más cercanos a nuestro alojamiento;
y sí, resulta que nuestro apartamento era muy económico, pero nos gastamos
mucho tiempo y dinero yendo a la city todos los días...
Empezamos por el barrio de
Asakusa, y nada más salir de la estación, ya estábamos enamorados del barrio,
con miles de puestecillos de comida tradicional y tés. Como imaginaran Helios
babeaba por la comida y Geraldine por las bebidas. Además, hay maquinas
expendedoras de bebidas en todas las esquinas y a buen precio. Geraldine estaba
en el cielo de los drinks.
Este barrio, además de la calle
comercial japonesa, tiene un templo súper antiguo que nos ha dejado con la boca
abierta. Fue nuestro primer encuentro con la arquitectura japonesa! Después de
pasear y hacer todas las tradiciones de la buena suerte, decidimos ponemos en
marcha hacia otro barrio. Como recién empezábamos las vacaciones y teníamos
mucho día por delante, nos fuimos caminando hacia el barrio de Ueno. Aquí,
aunque fuimos al parque que te recomiendan, la verdad que con un día como el
que teníamos nosotros el parque no nos pareció gran cosa, así que decidimos ir
caminado hasta el siguiente barrio, Akihabara.
Este barrio tiene como protagonistas
miles de tiendas comerciales, en las que nos adentramos intentando conseguir cámaras
a buen precio, para descubrir que salen al mismo precio que en internet, así
que no compramos nada. También es el barrio Manga y Anime por excelencia, así
que de tanto en tanto entrabamos en alguna tienda a ver muñequitas, cartas,
posters, etc... También nos pasamos por los recreativos y maquinas de cazar
peluches, aunque no hubo suerte. Además conocimos el Pachinko, que es la versión
japonesa de las tragaperras. Estos locales tienen el sonido tan fuerte que
realmente es insoportable estarse allí, y por lo que nos contó nuestro
anfitrión los japoneses tienen cultura de jugar mucho a estas máquinas, así que
la mayoría deben de quedarse sordos.
Día 3: Mercado de Tsukiji, Monja
Street y Jardín imperial
Después de todo el paripé para
estar listos y cargar los mapas en los móviles, nos fuimos a la parada de Tsukiji.
Aquí es donde se encuentra el mercado de pescado más famoso de Tokyo, y muchos
turistas viene a las 5 de la mañana a ver la subasta del atunes. Nosotros
llegamos sobre las 11 así que nos conformamos con pasear por sus calles y probar
todo tipo de comida. Nos compramos 2 escalopas muy grandes y una ostra inmensa
(tanta radiación nuclear da que pensar...). Después de pasear todo lo que
quisimos y mas, nos fuimos al otro lado del puente a un barrio en el que hay
una calle donde todos los restaurantes venden "monjas". La verdad que
no teníamos ni idea de que se trataba, pero las guías lo recomendaban así que
nos decidimos por probar. Después de mucho buscar escogimos un bar que tenían el
menú en español, y así por lo menos pudimos saber lo que comíamos. Había muchos
tipos, pero se trataba principalmente de verduras con añadidos en una salsa
especial, que se cocina en una plancha situada en el centro de la mesa.
Finalmente escogimos la del estilo japonés y una mezclada. Esta segunda fue la más
ricas y no solo porque la cocinó Helios, sino porque la mezcla de pescado,
carnes y verduras nunca falla!.
De allí nos fuimos caminando al
barrio de Ginza, donde pudimos comprobar que es la zona donde están todas las
boutiques de marcas caras. Después de pasear un poco por sus calles,
continuamos caminando hasta la estación de Tokio central, y más concretamente
hacia los jardines del palacio imperial. Parece mentira que justo en el medio
del caos haya tanta tierra verde. Los jardines dejan un poco que desear, quizás
porque no estamos en primavera o porque no son jardines japoneses, pero los
edificios eran bonitos.

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