La semana de 3 día laborales fue corta pero intensa, lo que normalmente
hacemos en unos 5 o 6 días laborales, tuvimos que hacerlo en 3 días, y
entre ello planear lo que haríamos el
finde largo. Por suerte, ya nos conocen y con un ordenador en un par de horas salió
un plan que se adapte a las necesidades del momento. En principio queríamos ir
a una de las islas cercanas a seguir en el plan del anterior finde:
snorkerling, playas paradisíacas, etc. pero se nos presentó un problema, a la
isla que queríamos ir solo se puede acceder con 4x4, y realmente, con tan poca antelación
ponerse a alquilar es todo un percal ya que además tenes que pedir un permiso
al gobierno. Entonces se nos ocurrió el plan totalmente opuesto, irnos al
interior a aguas termales calentitas y sin bichos (o por lo menos sin bichos acuáticos).
El año pasado cuando terminamos la granja y buscábamos plan de recuperación habíamos
visto que a 6 horas de Brisbane hay una zona de aguas termales. Después de
informarnos un poco de que realmente las piscinas fueran de agua caliente y con
propiedades, ya teníamos las vacaciones planeadas. Así que el jueves, en lugar
de que Geru descanse mientras Helios terminaba de trabajar, Geraldine le ayudo
a limpiar el colegio y por eso pudimos ponernos en marcha a las 12 de la noche.
Conducimos más de la mitad del recorrido y dormimos en un rest area que
encontramos por ahí.
Al día siguiente, después de dormir poco pero suficiente,
continuamos el camino con ganas de llegar a destino. Llegamos a Moree a las
10.30 hr con la sorpresa de que se estaba celebrando un acto de conmemoración a
los caídos en guerra. No sé si recuerdan que el 25 de abril se celebra en
Australia el ANZAC day, y por ello conseguimos que nos dieran gratis café, zumo
y que unas niñas muy amables nos dieran "ANZAC biscuits", que son las galletas típicas este día hechas con
avena , harina, coco rallado, azúcar, mantequilla, sirope dorado, bicarbonato
de sodio y agua hirviendo (galletas que, según cuenta la leyenda, les mandaban
las mujeres a sus maridos soldados ya que al no llevar huevo les llegaban en
buen estado). La verdad es que nos colamos entre la gente local como si fuéramos unos más, y hasta un periodista local nos hizo una foto y nos publicó en la web del periódico.
Después de ponernos las botas con las galletas, averiguamos donde
estaban las piscinas. Pagamos solo 10 dólares por persona para acceder al
complejo, con una hora en una piscina especial y la zona del sauna. Nuestra
cara al entrar a la primera piscina (y la más caliente) fue de placer, seguidas
de comentarios como, con estas temperaturas que se metan al mar otros, esto es
el paraíso, etc. Al cabo de un minuto ya empezábamos a plantearnos si había
sido buena opción entrar primero a la piscina caliente y bueno sacamos la conclusión
que sí, que de esa piscina no nos sacaba nadie y que íbamos a quedarnos ahí el
resto del día. Al cabo de unos 5 min, con el sol quemando, nos agobiamos y
decidimos pasar a una piscina un poco más fría (38 grados) que aun así, de vez
en cuando nos parecía un poco caliente. No sabemos si es que ya perdimos la práctica
a las aguas calientes o que el hecho que aun parezca verano pasa factura, la cuestión
es que cada cierto rato teníamos que salir del agua para enfriar el cuerpo.
La piscina especial, tenía la zona exterior a 45 grados
(como la primera que entramos) y una más pequeña en el interior a 15 grados.
Gracias a ir combinando ambas piscina pudimos disfrutar de ambas. Pero con el
calor que hacia ni una oportunidad le dimos al sauna.
Bueno ya se pueden imaginar como paso el día. Nos quedamos
allí hasta que cerró (20h), cenamos dentro un fish and chips a muy buen precio
y al salir nos pusimos en marcha a otro pueblo para probar al día siguiente
otras piscinas.
Al día siguiente probamos las piscinas de Mungindi en lugar
de las Boomi (inicialmente planeadas) porque necesitábamos pasar por un súper a
comprar un poco de comida y en Boomi no parecía haber nada. La piscina nos costó
4.5 pero el complejo y la piscina en si era mucho más chico, aun así
aprovechamos toda la mañana en la piscina y cuando cerró, aprovechaos para
volver a Moree e ir solo las piscinas exteriores (8 dólares cada uno). Como
pueden ver fueron unas vacaciones de las típicas de abuelos, en piscinas termales
y haciendo poca cosa, pero con el tute que nos estamos dando haciendo trabajos
físicos ya nos iba bien.
El domingo nos volvimos para casa. Para que el viaje de
vuelta no se hiciera tan pesado, conducimos 2 horas la noche del sábado y otras
2 horas por la mañana (haciendo parada en un driver reviver y en el pueblo de
Toowoomba.
En este pueblo-ciudad vimos unos jardines japoneses, unos de sus
tantos parques, un jardín botánico y, a la salida del pueblo, un mirador sobre
el valle precioso. Con esta ultima vista dimos por concluido nuestro fin de
semana largo, y así pudimos llegar a casa pronto y ponernos hacer cosas para
estas futuras semanas de monotonía.
No os acostumbréis a que hagamos diarios tan seguidos que se
vienen unas semanas monótonas y repetitivas.
PD 1: A pesar de que hemos tenido que cancelar la pagina del
tax return porque nos ponen pegas para poder hacerlo legalmente, ya tenemos
nuestros primeros 5 clientes!
PD 2: Una felicitación
muy especial para Antonio, el primer Rojas de la familia que ha superado los 80
años! (y esperemos que no sea el último jeje) Felicidades :) ahora a por los
90.

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