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sábado, 31 de octubre de 2015

Indonesia: 16 días entre templos y playas

Día 1: Llegada a Yogyakarta

Llegamos mas tarde de lo previsto y otra vez cambio mental al estar en otro país. Este cerca de ser desarrollado, pero con mucha gente que no sabe inglés. Nos tocó pagar el visado que sabíamos que teníamos que pagar, y vimos que en otros aeropuertos no te lo cobraban. Costó 35 dólares americanos por persona y no hay ATM para sacar dinero. Menos mal que llevamos 300 dólares americanos para casos como estos. Preguntamos para ir en bus a la ciudad y nos lo dibujaron en un papel como llegar (no era lejos, pero teníamos que cruzar las vías de un tren).

Después de coger el bus que nos llevó al centro de la ciudad, nos pusimos a buscar alojamiento barato. En la primera calle encontramos uno que estaba en nuestra lista de posibles, y después de confirmar que estaba por unos 12 dólares nos quedamos. Salimos a pasear buscando agencias de turismo para contratar un tour para mañana. Habíamos leído que habían muchas, pero solo veíamos tiendas de ropa. Finalmente, encontramos algunas en las calles perpendiculares. Nos ofrecieron hacer lo que queríamos por 450.000 RD. Como recien llegábamos y había sido un día largo y muy raro, nos confundimos y creímos que eran 4.5 cuando en realidad pagamos al chofer 45 dólares. Ya tarde, encima vemos que el cartel cobraban 15 por persona. Bueno mañana iremos de ricos por no hacernos con la moneda muy rápido.


Día 2: templos de Yogyakarta

Hoy había que levantarse temprano para ver el amanecer en uno de los puntos más importantes donde se puede ver el volcán que está más cerca de Yogyakarta. Puntualmente a las 4 am nuestro chofer estaba esperándonos (algo bueno tiene que tener pagar tanto por el transporte). El coche genial, con aire y muy cómodo nos sirvió para dormir un poquito hasta que llegamos a destino. Pagamos la entrada y a esperar...



Después de un amanecer la mar de bonito, nos pusimos camino al punto más fuerte del día, el templo Borobudur. Como teníamos el chofer solo para nosotros nos dijo que podíamos estar todo el tiempo que quisiéramos. Empezamos desayunando un panqueque de banana y un café de java excelente. Luego nos entretuvimos observando las magnificas construcciones con todos sus detalles por mucho rato. Además, hubo que esperar que todos se fueran para poder sacar buenas fotos. De mientras, un grupito de niñas pidieron sacarse fotos con Geraldine. Si seguimos así la fama se le a subir a la cabeza!

  






Cuando terminamos, volvimos al coche y fuimos a nuestro siguiente destino a probar el café más caro del mundo: Luwak café. Si les contamos el porqué es tan caro igual no les apetece tanto probarlo, pero para quien no lo sepa es un café que se come un animalito salvaje llamado luwak, y que después de una fermentación en el estomago lo caga. Ahí es cuando lo recolectan a mano, lo limpian, lo secan al sol, le quitan la cáscara, lo tuestan y lo venden. Como la producción de este café solo depende de cuánto café se coman los bichitos, hay muy poco stock y por eso es tan caro. Tiene menos cafeína por el proceso de fermentación en el estómago. Lo probamos y tampoco era para tanto. Es verdad que al olerlo es mucho más fuerte, pero ya saben, no por ser más caro tiene que ser mejor.



Justo en frente había un mini templo y aprovechamos la parada para verlo.


Depuse de 3 kilómetros también teníamos la entrada a otro mini templo llamado Medan.


Más adelante paramos a ver como hacían joyas con plata, y la verdad que todo muy bonito, pero caro también. Había unas estatuas y carruajes que costaban por encima de los 10 mil dólares!!!
Seguimos el viaje y nuestro siguiente destino fue el templo de Prambanan. Al entrar unas voluntarias se ofrecieron a explicarnos un poco el templo y nos ha vendo genial para entender un poco lo que veíamos. Nos dijeron cuantos templos había y que muchos se derrumbaron por un terremoto hace siglos atrás. Nos pareció raro que no estuvieran todos reconstruidos después de mil años, pero luego vimos fotos de como habían quedado y entendemos que para hacerlos perfectos les lleva tiempo. Ahora aprendieron la lección y si que están usando cemento para los templos. Antes solo encajaban piezas como si fuera un puzle.





Nos explicaron quien eran los dioses y cuál era su papel en la religión. Ahora ya conocemos a toda la familia de Shiva! Después de sacarnos fotos con su transporte, hijos, mujer y reencarnación, nos hablaron también de arquitectura y hasta del kamasutra!


Más felices imposible. Aprovechamos los puestos turísticos para comer una sopita barata y unos nuddles, y volvimos al coche. Nuestro último destino fue el Ratu Batu. Ahí en teoría se pueden ver unas puestas del sol de miedo, pero como a nosotros solo nos quedaban 2 horas de coche y aun había que volver, no queríamos quedarnos hasta tan tarde, así que solo fuimos allá a ver los restos del templo. Al terminar disfrutamos de una bebida de bienvenida la mar de refrescante con unas vistas de escándalo.



Ya se terminó este magnífico día tan largo y tan completo. Ahora solo quedaba salir a cenar y buscar un medio de transporte para el día siguiente. Yogyakarta ha sido mas corta de lo que esperábamos pero nos ha encantado.

Día 3: de Yogyakarta a Bromo

Hoy fue un día solo de viaje. Unas 11 horas arriba de un autobús. Por suerte el autobús tenia enchufe, es decir que fuimos viendo pelis y series. Por desgracia las carreteras aquí son bastante malas y ha sido un viaje un poco molesto y con adelantamientos temerarios.

Llegamos al pueblo de noche. Nos explicaron como sería el día de mañana y nos asignaron hoteles. Pagamos la entrada al parque que no sabíamos que no estaba incluida, unos 22 dólares pp. extra, y nos fuimos a dormir lo más pronto posible ya que al día siguiente nos tocaba madrugar de nuevo.

Día 4: del Bromo a Bali

Ese día nos pasaron a buscar a las 3 de la mañana, es decir, que había que levantarse antes para prepararse. En el jeep íbamos unas 7 personas donde cómodamente solo cabían 5. A las 4 ya habíamos llegado a donde veriamos el amanecer: Pananjakan. Flipamos con la cantidad de gente que hay esperando el amanecer. Conseguimos un puesto digno y a esperar. Mientras la gente iba cambiando de posición, Helios se adelantó hasta conseguir un puesto codiciado en la valla. Allí fue cuando vimos todo el panorama, no solo el amanecer sino que también los 2 volcanes. Ahora sí que mereció la pena.




Volvimos al Jeep a la hora pactada y nos pusimos en marcha para el volcán. Paramos a hacer fotos en un solo sitio.


Al llegar nos tocó caminar bastante hasta llegar a la corona del volcán. Creemos que esto lo hacen a propósito para que contrates un caballo para que te lleve. Por suerte, nosotros somos jóvenes y nos pusimos a caminar. Nos compramos una máscara para protegernos de la tierra que levantaban los caballos y el olor a azufre. Al llegar arriba no podíamos creer que pudiéramos ver un volcán en persona!!! Nos sacamos todas las fotos que pudimos y a las 8 am ya estábamos de nuevo en el jeep.





El día de hoy se terminó (si a las 8 am). Ahora solo quedaba descansar un poco, coger un autobús y un ferri hasta Bali. Adiós Java!
Llegamos a la estación de Denpasar sobre las 10 pm. Entre unas 6 personas conseguimos un taxi que nos llevó a Ubud por menos de 10 dólares por persona. Como era tarde y estábamos cansados, nos pareció una buena idea.

Al llegar nos ofrecieron una habitación por 20 dólares, y como nos pareció cara decimos que no. Pero a ver donde conseguís tu habitaciones a las 12 de la noche. Paseamos y golpeamos puertas de albergues y alojamientos sin suerte alguna. Ya cansados y rendidos conseguimos un holandés que nos llevó a una que nos cobraban 25 dólares. Seremos gilipollas? por lo menos no podemos decir que no lo hemos intentado. Nos fuimos a dormir que estábamos muy cansados después de 3 días madrugando.

Día 5: Ubuh

Como nos ha costado levantarnos después de días sin descansar, fue todo un lujo dormir en ese hotel. Hay que decir que de media los hoteles son más caros aquí que en Filipinas, pero la calidad también es mucho mejor.
Desayunando con unas vistas muy relajantes a los arrozales, y planificando que íbamos a hacer los días siguientes, se nos cayó la llave de la habitación a uno de los arrozales. Asique en lugar de salir a buscar una alojamiento barato como habíamos pensado nos hemos tenido que encargar de ese temita. Al final les ofrecimos a los del hostal si nos dejaban la habitación por 5 dólares más baratos nos quedábamos por dos noches más, y finalmente accedieron. Alquilamos la moto y nos fuimos a recorrer el pueblo.
Primera parada, dejar la ropa en una lavandería, y después, fuimos al bosque de los monos que está muy cerca del pueblo.




Al salir quisimos ir a un templo/cueva de elefantes, y bueno resulto no ser mucho de nuestro agrado.



Pero perdernos por los arrozales de la zona valió mucho la pena!
Cenamos unos noodels  en un sitio que se volvió nuestro favorito, y a pesar de estar un poco a las afueras del pueblo ir hasta allí vale la pena.



Día 6 Ubud y el norte

Hoy madrugamos y a primera hora ya estábamos tomando el desayuno para poder subirnos en la moto. Ahora entendemos a la parte de nuestra familia que les gusta tanto este método de transporte. Da tanta sensación de juventud y libertad...
Primera parada los arrozales, y habiendo comprobado que toda la isla es arrozal, estos nos han encantado por estar escalonados. De esta manera el agua se aprovecha de uno a otro y las vistas son geniales. Queríamos tomarnos una coca cola, pero los bares parecían no estar abiertos, así que después de estarnos un rato observando los arrozales seguimos dirección norte.



Segunda parada los templos de agua sagrada. Aquí solo hacer el comentario de que a pesar de que Geraldine tenia pantalón largo y una camiseta que transparentaba, le han obligado ponerse el san gong en la cintura en lugar de taparse la parte superior.



Después de bañarnos en agua sagrada, nos dirigimos a otros templos que están incrustados en las rocas.




Con 2 templos seguidos teníamos más que suficiente, asique seguimos dirección norte hacia el volcán. Antes de llegar, nos pidieron que pagásemos una entra al parque nacional (poquito a poco te van sacando el dinero en todos lados). Llegamos a la cima de la montaña y el tiempo era genial. Habíamos ledo que quizás hacia frío, pero ese no fue nuestro caso. Comimos una sopa con estas impresionantes vistas y luego un local nos comentó acerca de aguas termales para locales a buen precio. Para allá nos fuimos. Claro que las de turistas tenían unas vistas al lago impresionantes, pero a nosotros por 5 dólares nos incluían unas piscinas, toalla y un cóctel de bienvenida que fue lo más rico que hemos probado hasta ahora.



Después de estarnos todo el rato que quisimos volvimos al centro de la isla con tentaciones de ver otro templo. Nos equivocamos de templo y lamentamos haber corrido tanto para ver unos templos que no eran los que queríamos. Al final, tuvimos que quedarnos un día más para ver esos templos!



Día 7 Ubud y el noroeste

Hoy más de lo mismo. La isla tiene muchas carreteras que hacen sur-norte, pero pocas decentes que hagan este-oeste. Ósea que nos movimos un poco a la carretera del este y empezamos a subir por allí. Por el camino paramos a degustar otra vez el café más caro de mundo, y paramos en un sitio que nos han dado para probar 9 cafés y tés diferentes entre los que se encuentra café con coco, ginger, vainilla, etc.... como los cafés eran un poco caros, les dimos 2 dorales por la degustación y nos fuimos tan contentos.


La primera parada fue como el día anterior, una terraza de arroz, pero estas son las más famosas. Como es típico, hay que pagar entrada para poder pasearte por allí a pesar de que la isla está llena de campos de arroz, estos concretamente son una pasada. ir con moto por allí es una de las mejores cosas que nos ha pasado en la isla.





A partir de allí solo nos quedaban 2 destinos queridos. El templo más famoso de Bal (incluso aparece en el dorso del billete de 50.000). Y bueno, quizás teníamos muchas expectativas, pero nos ha sabido a poco. La cuestión es que antes de llegar, en una carretera de montaña hemos pinchado una rueda de la moto al pasar por un socavón en el asfalto, por suerte/habilidad no nos hemos caído y hemos salido ilesos. Nos tocó caminar por la montaña hasta encontrar ayuda. Unas señoras muy amables sin entender ingles nos han hinchado la rueda hasta que 3 kilómetros arriba había una tienda que nos la pudo arreglar.





Como perdimos un poco de tiempo con el tema de la moto, hemos llegado un poco tarde a nuestro ultimo destino: otro bosque con monos, pero en este concretamente podías ver vampiros y sacarte una foto con ellos por el módico precio de 6 dólares. Como llegamos casi a la hora del cierre, hemos tenido que recorrer el parque un poquito con prisas.



Ya después de eso solo quedaba ir a cenar al mismo sitio que tanto nos gustó el primer día y a dormir que mañana tendremos que cambiar de isla y eso siempre agota.

Día 8 Nos vamos al paraíso: Gili islands!

Nos levantamos con la calma e intentamos hacer por Ubud los últimos recados. Nos pasaron a buscar por el hotel a las 11.30. En el trayecto hasta el ferry rápido hemos tenido 3 conductores, uno de los cuales un poco temerario.
Después de poco más de una hora en el ferry llegamos a las islas. Como no pudimos ir a la isla que queríamos, que es la del medio, fuimos a la más alejada con intenciones de volver a conocer las otras algún día.
Conseguimos una habitación por 15 dólares, y después de dejar las cosas nos fuimos derechos al agua!!!



La isla a pesar de ser pequeña tiene mucha vida, muchos bares y restaurantes. Nosotros conseguimos las primeras noches una señora que cocina y vende comida local a buen precio.

Día 9 Gili Trawangan

Hoy es día de vacaciones. Como la palabra lo indica, nos levantamos tranquilamente, comimos algo típico, y nos fuimos a alquilar unos snorkel y unas tumbonas en la playa. Después de nadar un poco y apreciar el coral y los peces, nos cansamos de nadar contra la corriente y nos dejamos vencer en las tumbonas disfrutando de las vistas de la playa.



Día 10 Excursión a las 3 Gili islands

Hoy hemos pensado que por los que nos cuesta alquilar la máscara, por un poco mas tenemos el bote para que nos lleven a donde está la acción. En el bote íbamos bastantes personas y quizás por eso la excursión es tan barata. Lo malo que el resultado es estar 20 personas sacando fotos a la misma tortuga. Pero aun así lo preferimos porque no estamos nada acostumbrados a las corrientes y nos empezó a dar respeto el mar de aquí.


Después de cenar una cervecita en nuestra terraza y a leer o a ver pelis tan ricamente.

Día 11 y 12 Playa!

Estos días se resumen en ir a las hamacas, tomar el sol y leer. De vez en cuando íbamos a refrescarnos al agua. Muchas veces amarrados  a las cuerdas de los barcos para que no nos llevara la corriente. Descubrimos además que con marea alta es más fácil entrar, ya que el coral queda a más distancia....
Para terminar el día nos fuimos a ver un atardecer de lo mas bonito.








Día 13 nos vamos a Lombock

Nos levantamos, aseamos, hacemos las maletas y nos vamos a la playa que es de donde salen los barcos. Después de pagar un dólar y medo por el bote nos comunican que hay que esperar a que vendan todos los asientos, es decir, 5 minutos o 3 horas. Nos vamos a comprar un café y justo se llenan las plazas y nosotros no estábamos allí. En fin, por suerte nos esperaron...


Al bajar del barco, hay miles de personas intentándote convencer para llevarte a muchos sitios. Nos juntamos con 3 alemanes y entre todos contratamos un coche para ir hasta Kuta (de Lombock no de Bali). Después de preguntar en unos cuantos hostales nos quedamos en unos bungalós que nos gustaron por 12 dólares, y nos fuimos corriendo a la playa: Teníamos mucho calor!. Después de disfrutar de la marea baja y tomarnos un coco nos fuimos a pasear por el pueblo.



Conseguimos un sito para comer muy barato y nos volvimos al bungaló para descansar un poco. Ya después por la noche nos fuimos a cenar con los alemanes y luego a dormir.

Día 14 Kuta - Lombock

Hoy alquilamos una moto y nos fuimos a ver los alrededores. La primera parada era un pueblo a las afueras llamado Sade. Este pueblo tiene la característica de tener todas las casas con techo de paja, muy auténtico.




Al terminar de recorrer el pueblo nos ponemos en marcha para el punto fuerte del día. La playa de Tanjung An, a unos 7 km al este de Kuta. Esta playa es de arena clara y aguas turquesas y tranquilas. Que mas podemos pedir?






Para cenar, quedamos otra vez con los alemanes que conocimos en el viaje y nos fuimos a dormir temprano, que al día siguiente nos toca estar todo el día viajando.

Día 15 de Kuta (Lombock) a Kuta (Bali)

Después de coger un coche para llevarnos a los 5 a la estación de ferry, mas el viaje en ferry que duró sus 4 horas, mas otro coche que nos llevara a nuestro destino, llegamos a Kuta-Bali justo para cenar y ver un atardecer.





Buscamos un alojamiento barato en las calles de los alrededores y nos despedimos de los alemanes, ya que ellos tenían sus propios planes para disfrutar de su última noche.

Día 16 Kuta-Bali

Hoy teníamos el día planificado para disfrutar de la playa y de la piscina del hotel. Pero helios estaba muy perjudicado de la comida indonesia y solo hemos podido pasar el día como pudimos por los alrededores antes de ir por la noche al aeropuerto. Esta noche nos tocó dormir un par de horas mal dormidas en Kuala Lumpur. Lo único que hizo que el viaje no fuese eterno fueron la media hora de masaje que nos pegamos con las rupias que nos habían sobrado.

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