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sábado, 10 de octubre de 2015

Filipinas: Parte 2 Manila, Cebu, Bohol y Siquijor

Día 9 Manila

Tenemos 2 días para ver esta gran ciudad y empezamos por las cosas que quedaban al norte de nuestro hostal. Primero paramos a desayunar a una panadería que tenía unos exquisitos merengues.


Nos pusimos a caminar y nos encontramos con un shopping comercial. Como en la calle hacía mucho calor, entramos para usar el aire acondicionado por un rato. Aprovechamos para tomarnos unos batidos y comprar futas de las raras de aquí.
Cuando llegamos al parque Rizal, varios carros a caballo pararon para ofrecer su servicio. Al final concretamos con uno que nos llevó a ver intramuros, la capilla y el fuerte de Santiago por 350PHP. Teniendo en cuenta el calor que hacía y la falta de información de lo que estábamos viendo, hemos aceptado la oferta. 







Después de estarnos 2 horas con el hombre, nos dice que eran 350 PHP cada media hora. Ya mosqueados con la estafa le dimos 500PHP y nos bajamos. Por surte como ya tenemos cogido el tranquillo a los jeepneys, volver al alberge fue fácil y barato.

Día 10 Manila

hoy era el día destinado para despedirnos de Sergio y Eeilin. Pero viendo que no decían nada y que tampoco dependía de ellos poder vernos, decidimos ponernos en marcha al mercado de Divisoria a hacer compras. Mientras estábamos en el mercado, ha llovido mucho y nos tuvimos que refugiar en un bar a comer y de paso probar nuestro primer halo-halo oficial.



Cuando la lluvia aminoró, compramos unas gafas y una mochila para Helios, porque descubrimos que la nuestra era muy buena, pero un poco pesada. Ya cuando estábamos a punto de volvernos vimos una señora vendiendo monedas antiguas, asique como unos niños nos entretuvimos por un largo rato viendo cuales queríamos.

Después de pasar el día en el mercado, aprovechamos para ver el barrio chino que quedaba cerca. La verdad que no tena mucha cosa interesante, así que no tardamos mucho en irnos.
Como los viernes en nuestro hostel hacían barbacoa en la azotea, aprovechamos para cenar allí y a pasar una buena noche.

Día 11 día de viaje desde Manila a Bohol.

Ya super enterados de como movernos por la ciudad, nos fuimos al aeropuerto en 2 jeepneys. Esta vez sí que es terminal 4. Luego cuando estábamos por embarcar nos dimos cuenta que el avión que sale antes que el nuestro iba directos a Tagblilaran sin perder todo el día como nosotros que primero fuimos a Cebu y de ahí en taxi al puerto, para esperar un ferry nocturno para ahorrarnos la noche de hostal mientras viajamos. Quizás si esto lo hubiésemos sabido antes hubiésemos ganado un día mas en el viaje, pero a lo hecho pecho!


Día 12 Bohol: Chocolate Hills, Tasiers y Alona Beach

Llegamos a la isla a las 4am, pero nos dejaron estar durmiendo en el barco hasta las 6. Después de un intento fallido en el primer hostal, a las 7 ya estábamos haciendo el check in en el LTS Lodge de la calle principal con una habitación a buen precio.

indecisos entre si alquilar moto o ir en jeepney, optamos por la segunda que nos daba un poco mas de confianza.  Nos dimos cuenta que era domingo y quizás los jeepney no sean tan fáciles de encontrar. Un triciclo nos ofreció su servicio por 1000PHP todo el día llevándonos a todos los sitios que queríamos hacer en los 2 días, y como era algo menos de 20euros, acepamos la opción cómoda.


Después de 2 horas de conducción llegamos a las chocolate hills, y qué decir de estas montañitas, parece surrealista como se han podido formar, caprichos de la naturaleza.





Luego hicimos una parada improvisada en un mini zoo o un almacén donde tenían serpientes y un pájaro exótico. Nos sacamos fotos con ellos.





La siguiente parada fue el santuario de Tasiers, que son los monos mas pequeños del planeta y que tienen el record guiness por los ojos más grandes en relación con la cabeza. Además es siniestro que el animalito gira la cabeza 180 grados. Vimos 5 ejemplares.


Luego para festejar nos compramos un coco de los de verdad y nos lo bebimos y comimos.




La siguiente parada era un paseo en barco por el rio con un buffet. Nos pareció demasiado turístico y caro, asique nos fuimos a comer con nuestro chofer a un restaurante de pueblo, y comimos muy bien y muy barato.
La ultima parda fue Alona Beach, que muchos comparan con Boracay. No nos gustó mucho porque estaba toda llena de barcos y gente vendiendo tours. Teníamos pensado pasar el día siguiente entero en la playa, pero contratamos un tour porque la playa no lo merece. Nos tomamos unas cervecitas a primera línea y volvimos para el hostal que mañana empezábamos el día temprano.



Día 13: Tour a las islas

Hoy no empezamos el día con buen pie. Se suponía que nos tenían que pasar a buscar por nuestro hotel a las 5 de la mañana y ahí no venia nadie. Al final nos tocó hacer lo que no queríamos, que era buscarnos la vida para llegar a la playa. Encima,  por el camino vimos un accidente y el cuerpo de un chico joven muerto a un costado de la carretera. Menuda forma de empezar el día. Por suerte nuestro bote no se fue, nos estaban esperando. No sabemos si porque salimos tarde o por el viento que hacía, pero allí delfines no vimos ninguno.

El tour no nos gustó nada. Es más bien un trasporte a una isla y de ahí búscate la vida para ver cosas por tu cuenta. Nos pusimos a seguir a los barcos que van a enseñar las tortugas y que emoción cuando llegamos a la zona. La primera que vimos era enorme. Están a cierta profundidad pero vimos un montón de ellas. Nuestro precio por no querer pagar a alguien para que nos lleve en barco fue ir con cuidado para que la corriente no nos llevase hasta el final de la isla, ya que luego nos tocó caminar por la playa toda la distancia recorrida. 



Después de tomar un poco el sol y hablar con los holandeses del grupo, decidimos ponernos en marcha para ver el coral. Se supone que también hay que pagar unas tasas para entrar,  pero como lo hicimos nosotros no hizo falta. La verdad que el coral es mediocre, lo que si hay muchos peces porque los alimentan para que los coreanos y asiáticos que no saben nadar puedan sacarse buenas fotos con ellos. A nosotros no nos gustó nada que los asiáticos se pararan en el coral como panchos por su casa, dañándolo con sus pisadas.

Más tarde nos llevaron a la Virgin island, que es una isla que suponemos que desaparece con marea alta. Obviamente en la isla no hay nada,  solo tiendas temporales mal puestas para hacer un poco de sombra a quien quiera tomarse un refresco. Nosotros aprovechamos para descansar en sus tranparentes y poco profundas aguas.




Al llegar a Alona beach,  el tiempo estaba muy mal y el mar muy picado. El bote que nos iba a llevar a nuestro destino no salía por mal temporal. Aprovechamos para cenar nuestra primera pizza y tomarnos unas cervezas. Esperamos al jeepney para ir al puerto con intenciones de volver a Cebu con el barco-cama. Como nos sobraba mucho tiempo, hemos parado a hacernos un corte en una peluquera muy de pueblo.


Lo bueno de ir con todas tus pertenencias en la espalda es que puedes hacer cambios de planes radicales en segundos. Al llegar al puerto vimos que en 45min salía un ferry a la isla de Sequijor. Como era donde pensábamos ir inicialmente y ya sabíamos donde dormir y todo, nos subimos al ferry sin meditarlo mucho.

Llegamos a Larena a las 11 de la noche. Cogimos un triciclo para hacer literalmente 2 calles y nos dejó en Norten Haven, que será nuestro alojamiento de las próximas noches. Además, el motero quedó en traernos una moto al día siguiente al hostal. Matamos 2 pájaros de un tiro.

Día 14 Recorriendo Siquijor

A las 8 de la mañana, como habíamos acordado ha vendo el tío a darnos la moto, pero solo trajo un casco. Después de haber visto el accidente de ayer y ser nuestra primera vez en moto por Asia, queríamos nuestros cascos. Asique aunque lloviendo como estaba, nos fuimos los 3 en la moto unos 6 kilometros hasta donde tenía la tienda a que nos diera el segundo casco. Ya para cuando llegamos había parado de llover. Ya no quedaba más que ponernos a conducir por la isla a nuestras anchas. La isla solo tiene 72 km de perímetro y queríamos hacerla toda en un día. Nuestra primera parada fue Tupalo santuario marino. Según la información que habíamos leído, solo sabíamos que había una casa encima de un árbol. Al llegar, un señor muy amable nos preguntó si queramos hacer snorkel, y teniendo en cuenta que recen acababa de llover, pues muchas ganas no teníamos. Geraldine dijo que no y Helios preguntó cuánto costaba, y sorpresa: Cuesta solo 25 PHP. Es decir, menos de un dólar. Nos comentó el hombre que eso es lo que hay ahí para hacer y que además se pueden ver tortugas y tiburones. Sin duda fue lo mejor que hicimos. Los hombres son voluntarios y han cuidado de nosotros como si fuéramos los reyes de España. Hemos visto varias tortugas y varios tiburones. Lástima que estaban bastante por debajo nuestro y en las fotos no se ven. Además, uno de los voluntarios iba recogiendo todo clase de especímenes marinos y nos los daba para sacar fotos. De camino de vuelta el hombre que se encargaba de Geraldine prácticamente tiró de ella hasta la orilla ya que había marea baja y era casi imposible no nadar sin rozar la barriga con el coral. Ha sido la mejor experiencia y atención que hemos vivido en todo el viaje. Les dejamos una merecida propina.







Al volver, nos subimos otra vez en la moto y seguimos dirección sur. Nos pasamos la playa que queríamos ver y nos dimos cuenta que la isla la estábamos haciendo muy rápido. 


De camino a las cascadas, paramos a tomarnos un refresco y fue la primera vez que empezamos a sentir como el cambio de dieta afectaba nuestro sistema digestivo, y de urgencias hemos tenido que pedir en una casa que nos dejen usar su baño.

Ya cerca de Lazi nos desviamos dirección a las cascadas. Bajamos unas escaleritas y allí estaban, tan refrescantes esperando. Compramos un coco mientras que pensamos si hacemos turnos para tirarnos al agua ya que habíamos leído que aquí suelen robar. Los siguientes en llegar fueron una pareja de catalanes que fueron una compañía excelente para una experiencia excelente. Hablando, hablando cas se nos fue el día y aun había una parada que queríamos hacer antes de que oscurezca. 



Dividimos nuestros caminos y nosotros nos fuimos dirección este a un árbol centenario que tiene un aguas llenas de peces que te comen la piel muerta de los pies. Ha sido un spa muy eficiente y muy barato. Fue la segunda vez que dimos propina de lo contentos que estamos con el servicio en un lugar.
Al volver decimos cruzar la isla por el interior. Teniendo en cuenta que solo nos quedaba una hora antes de que oscurezca y que la carretera aun estaba en construcción, hemos llegado a nuestro pueblo ya de noche.




Quizás fue porque fue nuestra primera vez en moto o quizás porque la isla realmente esta embrujada (como dicen los mitos), pero nosotros estamos enamorados de la isla. Al final, decidimos quedarnos un día mas. Se lo comentamos al de la moto y salimos a cenar. En esta isla son adictos al karaoke y a los partidos de baloncesto como pudimos comprobar, aunque esto es extrapolable a la mayoría de filipinos.


Día 15 Siquijor día 2.

Este día lo dedicamos a ver cosas nuevas y repetir aquellas que nos gustaron mucho. Cogimos otra carretera de interior y fuimos a unas cuevas. No entramos porque el precio nos pareció caro y no era lo que estábamos buscando. Nos desviamos a la costa este a la playa que ayer nos perdimos, y después de pagar el parking y la entrada nos zambullimos en el agua. Como éramos los únicos, disfrutamos mucho de la mañana. Ya cuando llegó un bus de coreanos nos subimos a la moto y continuamos el viaje. Próximo destino: Fish spa de nuevo. Realmente quien conocía a Geraldine de pequeña no creería que voluntariamente pusiera los pies en el agua para que los peces te comieran la piel. Llegamos, pagamos la insignificante entrada y a meter los pies. Tuvimos la grata sorpresa de que ahí estaban los catalanes que nos cayeron tan bien ayer.





Asique estábamos encantados: mientras nuestros esclavos peces trabajaban nuestros pies, nosotros compartíamos historietas con nuestros nuevos amigos. Fueron ellos quienes nos recomendaron nuestro siguiente destino, las cascadas de Lungusan. Las cascadas como bien nos las describieron eran mucho menos conocidas, más originales y muy bien cuidadas. Nosotros mientras estábamos en el agua genial, pero al salir fue la primera vez en el viaje que nos atacaron los mosquitos. Así que sin secarnos nada salimos de allí corriendo. Ya habíamos recorrido 3/4 de la isla, y solo quedaba en nuestras cosas para hacer, preguntar por ferrys en el pueblo de Siquijor. Allí aprovechamos para comer unas hamburguesas, y Geraldine la ingenua creía que iba a pasar todo el país sin comer comida occidental... Para compensar con la comida anti-Asia cogimos un halo-halo. Este es el prostre mas típico del país y concretamente este fue el más rico de todos, con tanto color y frutas de verdad.




Ya con la barriga llena, nos volvimos a nuestro pueblo a devolver la moto y mirar las fotos. A mitad de esta tarea el pueblo se quedó sin luz y la dueña del hostal y su familia se arrimaron con nosotros a mirar también nuestras fotos. Ya cuando nos quedamos sin batería, nos pusimos a hablar con ellos sobre cómo está la situación en España y ellos a contarnos un poco de la situación en la isla. 



Día 16 De Siquijor a Oslob

Había varias opciones para realzar este trayecto. Nosotros elegimos salir a las 10 am desde Siquijor, asi no teníamos que madrugar tanto. Eso implicó que cogiéramos un triciclo hasta este pueblo. En el triciclo éramos 8 pasajeros mas el conductor. Todos empujados por una sola moto!
Luego el viaje fue muy variado: Ferry, triciclo, bote y bus. En una de las paradas (en la isla negra) hemos comido como reyes super barato. Además, fue ahí donde probamos su variedad de arroz con leche llamado Dinoidog.

Al llegar a la isla de Cebu y decirle al del bus que queríamos ir a Oslob, nos quera dejar en donde hacen las excursiones de tiburones. Pero nosotros le dijimos que primero queramos ir al pueblo a pasar la noche, ya que solo se puede nadar con ellos a primera hora de la mañana. El pueblo estaba más lejos de lo que esperábamos.


Buscar hostal barato aquí fue imposible. Supuestamente la única económica estaba llena. Nos alojamos en JR's Cottage, y aunque pagamos PHP700, que es un poco más de lo que se paga por lo general en pueblos, estuvimos muy contentos porque fue la primera noche que dormimos a primera línea de mar. Además, la señora que alquila la casa es muy atenta y nos ayudó en la preparación de las actividades del día siguiente. Ya una vez instalados, fuimos a recorrer el pueblo que tiene una iglesia desde cuando fue colonia española. Esa noche volvimos a cenar unas hamburguesas muy ricas y bien de precio.




Día 17 Nadando con tiburones ballena y camino a la gran ciudad


Hoy nos levantamos pronto que nos esperaba la actividad más deseada del viaje: nadar con tiburones ballena. A las 6 am estábamos en el centro, pagamos la entrada y esperamos a que nuestro bote saliera a las 6.30. Dicen que a quien madruga dios le ayuda. Bueno en este caso seria a quien madruga se encuentra mas tiburones hambrientos!!! Nos explicaron que no podíamos tocarlos, sacar fotos con flash, estar más cerca de 4 metros y estar más de 6 turistas al alrededor del mismo tiburón. Con esa explicación nos metemos al agua. Habíamos leído que los pobres están en aguas tan poco profundas que tienen que doblar la cola. Pues podemos decir que eso habrá cambado con el tiempo, porque a pesar de que vimos tiburones de más de 10 metros, ellos ahí estaban muy felizes devorando todo lo que les daban de comer. Es una experiencia única poder estar en el agua tan cerca de animales de este tamaño. La parte anecdótica fue cuando nuestro botero nos comunicó que se terminó nuestra media hora y que teníamos que volver. Geraldine avisó a Helios, y cuando lo consiguió, empezó a nadar hacia atrás en dirección al bote. Helios la agarró con todas sus fuerzas y la empujó hacia él. Geraldine pensaba que igual algún bote quería pasar, pero cuando se dio la vuelta se encontró a un pedazo de tiburón comiendo a escasos centímetros de ella (abriendo y cerrando la boca). Ya después del susto y finalizada la excursión, cogimos un bus de vuelta a nuestra cabaña. Nos fuimos a dormir una siesta (ayer trasnochamos un poquito con el pelotudeo). A las 12 nos pusimos en marcha para la gran ciudad (Cebu).







Después de 3 horas de bus nos dejaron en la estación de autobuses. Caminamos un poco sin saber done podía haber algún albergue cerca de allí. Lo primero que encontramos fue otro follódromo, pero este mucho más barato. La verdad que el sitio no era lo más limpio del mundo, pero para lo poco que queríamos dormir era lo que necesitábamos. Al salir a pasear encontramos que 20 metros más adelante había otro justo a la mitad de precio. Como los últimos días conseguimos gastar menos, teníamos un excedente para gastar que utilizamos muy felizmente en un masaje de una hora para cada uno y entradas de cine. Como curiosidad comentar que justo antes de empezar la película pusieron el himno del país, y todo el cine se puso en pie en un arrebato patriótico.

Día 18 Último día del país. Trayecto hasta llegar a Kuala Lumpur

El día de hoy se resume en coger un avión desde Cebu hasta Manila, y desde Manila a Kuala Lumpur. Hemos tenido suerte que todos los vuelos han salido en hora y que desde la terminal 4 hasta la terminal 3 había un shuttle interno. De esta manera nos evitamos todo posible atasco de la ciudad.
Con esto le decimos adiós a un país que nos enamoró completamente, lleno de islas por explorar. A pesar de que fuimos a los sitios más conocidos y turísticos, no descartamos volver pronto a perdernos en islas menos conocidas!

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