Sí, finalmente después
de 3 largos años pisamos nuestra tierra, y que podemos decir, estas vacaciones
en España fue todo lo que soñamos y mucho más. Empezamos con unas semanas en
Madrid, donde aprovechamos para relajarnos y ponernos al día con nuestros
familiares. Pasamos unas navidades soñadas con la familia.
Una vez que el
padre de Geraldine volviera a Argentina, nos fuimos a Valencia a pasar
nochebuena con unos amigos en una fiesta disfraz.
El primero día
del año lo queríamos pasar con nuestros familiares de Barcelona, asique gracias
a la generosidad de Leila y Josean que nos dejarnos un coche, pudimos hacer los
330 kilómetros de vuelta a Barcelona.
La comida en casa
de la Avia fue una emoción, entre celebración y reencuentros, por fin conocimos
a nuestro nuevo primo/ahijado que enseguida nos robó el corazón.
El 2 de enero,
nos fuimos de vacaciones con Carmen y Carlos a Cerdenya. Han sido unos días
entre excursiones, piscinas y buenas comidas que nos han rejuvenecido completamente.
Además llevábamos muchos años sin esquiar….
Una vez vueltos a
la realidad y terminadas las vacaciones nos pusimos en marcha para averiguar qué
requisitos necesitábamos para casarnos. Y que ingenuos que fuimos al pensar que
siendo de diferentes nacionalidades eso era papeleo fácil. Gracias a contactos
hemos podido tramitarlo relativamente rápido (aunque no sin antes luchar contra
la burocracia italiana). Finalmente a mitad de mes decidimos que celebraríamos nuestra
boda el 20 de febrero (aun sin saber si llegaríamos a tiempo a juntar todos los
papeles para hacerlo oficial).
¿Quién dijo que
se necesita un año para preparar una boda? Gracias al apoyo de nuestras familia
y de nuestros amigos, hemos logrado hacerla posible en un mes. Eso sí, ha dado
guerra tenerlo todo listo como queríamos.
Unos días antes del
festejo pudimos empezar el expediente para casarnos, y esto cambió por completo
el panorama. A pesar de no llegar a tiempo, el casamiento oficial ya estaba en
camino.
El día de nuestra
boda fue todo lo que quisimos y más. Sabemos que juntar familiares desde todas
partes del mundo no fue algo sencillo, pero si de algo estamos orgullosos, es que
cuando alguien quiere, se puede, y gracias a ellos pudimos estar rodeados de
personas a las que amamos.
Para recuperar
energías después de la boda, los que tenían que hacer menos kilómetros al día
siguiente se quedaron a comer una paellita junto a la piscina.
Una vez dejadas
las celebraciones de lado, volvimos a Madrid a despedirnos de Pablo que volvía
a Argentina por segunda vez, y a pasar más tiempo con nuestros familiares de
allí.
En abril viajamos
a Argentina, un viaje de dos semanas que nos permitió hacer una segunda
celebración de boda con los familiares de Geraldine. Una boda mucho más casera
pero con el mismo amor. Nos hubiese gustado aprovechar este viaje para recorrer
un poco de Latinoamérica, pero ya nos estábamos quedando sin tiempo.
Al volver a
España, fuimos a la boda de una amiga de Geraldine. Asique vivimos al gran día
desde el otro lado.
También tuvimos
la suerte de poder ir al Viña Rock para que Geraldine recordara viejos tiempos.
Aprovechamos
pasar el día de la madre en el País Vasco y celebrar el cumpleaños de Leila.
A pocos días de
volver a Australia pudimos celebrar el cumpleaños de Helios y Manel.
Sin duda han sido
unos excelentes 5 meses de vacaciones. Pero nos tocaba volver algún día, asique
a finales de mayo nos volvimos a Australia, concretamente a Sídney a empezar
una nueva vida como residentes australianos.



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