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miércoles, 4 de enero de 2017

España!!!

Sí, finalmente después de 3 largos años pisamos nuestra tierra, y que podemos decir, estas vacaciones en España fue todo lo que soñamos y mucho más. Empezamos con unas semanas en Madrid, donde aprovechamos para relajarnos y ponernos al día con nuestros familiares. Pasamos unas navidades soñadas con la familia.




Una vez que el padre de Geraldine volviera a Argentina, nos fuimos a Valencia a pasar nochebuena con unos amigos en una fiesta disfraz.



El primero día del año lo queríamos pasar con nuestros familiares de Barcelona, asique gracias a la generosidad de Leila y Josean que nos dejarnos un coche, pudimos hacer los 330 kilómetros de vuelta a Barcelona.
La comida en casa de la Avia fue una emoción, entre celebración y reencuentros, por fin conocimos a nuestro nuevo primo/ahijado que enseguida nos robó el corazón.
El 2 de enero, nos fuimos de vacaciones con Carmen y Carlos a Cerdenya. Han sido unos días entre excursiones, piscinas y buenas comidas que nos han rejuvenecido completamente. Además llevábamos muchos años sin esquiar….


Una vez vueltos a la realidad y terminadas las vacaciones nos pusimos en marcha para averiguar qué requisitos necesitábamos para casarnos. Y que ingenuos que fuimos al pensar que siendo de diferentes nacionalidades eso era papeleo fácil. Gracias a contactos hemos podido tramitarlo relativamente rápido (aunque no sin antes luchar contra la burocracia italiana). Finalmente a mitad de mes decidimos que celebraríamos nuestra boda el 20 de febrero (aun sin saber si llegaríamos a tiempo a juntar todos los papeles para hacerlo oficial).
¿Quién dijo que se necesita un año para preparar una boda? Gracias al apoyo de nuestras familia y de nuestros amigos, hemos logrado hacerla posible en un mes. Eso sí, ha dado guerra tenerlo todo listo como queríamos.
Unos días antes del festejo pudimos empezar el expediente para casarnos, y esto cambió por completo el panorama. A pesar de no llegar a tiempo, el casamiento oficial ya estaba en camino.
El día de nuestra boda fue todo lo que quisimos y más. Sabemos que juntar familiares desde todas partes del mundo no fue algo sencillo, pero si de algo estamos orgullosos, es que cuando alguien quiere, se puede, y gracias a ellos pudimos estar rodeados de personas a las que amamos.



Para recuperar energías después de la boda, los que tenían que hacer menos kilómetros al día siguiente se quedaron a comer una paellita junto a la piscina.



Una vez dejadas las celebraciones de lado, volvimos a Madrid a despedirnos de Pablo que volvía a Argentina por segunda vez, y a pasar más tiempo con nuestros familiares de allí.
En abril viajamos a Argentina, un viaje de dos semanas que nos permitió hacer una segunda celebración de boda con los familiares de Geraldine. Una boda mucho más casera pero con el mismo amor. Nos hubiese gustado aprovechar este viaje para recorrer un poco de Latinoamérica, pero ya nos estábamos quedando sin tiempo.



Al volver a España, fuimos a la boda de una amiga de Geraldine. Asique vivimos al gran día desde el otro lado.



También tuvimos la suerte de poder ir al Viña Rock para que Geraldine recordara viejos tiempos.



Aprovechamos pasar el día de la madre en el País Vasco y celebrar el cumpleaños de Leila.



A pocos días de volver a Australia pudimos celebrar el cumpleaños de Helios y Manel.




Sin duda han sido unos excelentes 5 meses de vacaciones. Pero nos tocaba volver algún día, asique a finales de mayo nos volvimos a Australia, concretamente a Sídney a empezar una nueva vida como residentes australianos.

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