Dia 1: Christchurch - Arthur Pass
El martes 4 pusimos fin a nuestra rutina, nuestra casa y
nuestra ciudad. Abandonamos "tranquilamente" nuestra casa, siendo los
últimos inquilinos en irnos, ha requerido mas limpieza de lo habitual. Nos
fuimos en tren al aeropuerto de Gold Coast. El Vuelo fue muy ameno y sin
complicaciones llegando al aeropuerto de Christchurch a la 1 de la mañana. Nos
pusimos al dormir en el suelo como muchos otros jóvenes, hasta que a las 3 y
media aprox, nos despiertan para decir que, como el embarque ya está abierto,
no se puede dormir mas en el suelo, que si queremos seguir durmiendo hay que
estar sentados en las incomodas sillas. Geraldine se pone a ojear las revistas
y los mapas que coge en el aeropuerto, y Helios ha seguido durmiendo tan
tranquilamente en el mobiliario del aeropuerto.
Al final, las horas pasan y nos ponemos en marcha al centro
a buscar nuestra campervan. Que frio hace!!!! nos abrigamos como podemos y un
bus nos lleva muy eficientemente al centro. Una vez allí, nos toca caminar unos
20 min, pero como íbamos muy cargados se nos hicieron muy largos. Retiramos
nuestra van sin problemas, en una empresa muy recomendable (escape rentals) y
nos ha tocado la "Happy Diwali". Después de explicarnos todo, nos
ponemos en marcha al super a comprar provisiones, y de ahí a ver la ciudad. Nos
dio mucha penita la ciudad porque aun no se ha recuperado del terremoto del
2010/11. Uno se pregunta si después de tanto tiempo la ciudad volverá a ser lo
de antes, y claro, puede parecer una tontería, pero es una ciudad que ha
perdido gran parte de la historia que tenia. Siendo reciente lo del terremoto
de Nepal, nos dejó pensativos. Después de no conseguir Internet que nos convenza
ni un cargador para el móvil del coche, decidimos hacer el viaje como se hacia antiguamente,
con mapa en mano (en lugar de GPS) y sin tecnología. Es decir, que al no poder chequear
aplicaciones, nos fiamos de lo que nos contaron nuestros amigos de QuizasVuelva
y de los folletos que recolectamos.
Como nos parecía que cada vez era mas difícil salir del
pueblo, al final nos fuimos sin ni siquiera ir a los jardines botánicos. Bueno,
eso y que no hayamos podido visitar la península que está cerca de la ciudad
hace que nos planteemos un viaje futuro.
Al final, nos pusimos en marcha y nos perdimos. No voy a
decir que la culpa sea de no tener GPS, sino de que íbamos hablando y se nos
pasó un letrero. Al final, cuando conseguimos coger la ruta escénica 73, creímos
que no llegaríamos a tiempo a los lagos siendo de día, y hemos modificado la
ruta yendo improvisadamente a Arthur Pass (o llamado por Geraldine Artur Mas).
La verdad que fue una buena elección, por más que habíamos leído y visto fotos del
sitio, la verdad que todo se queda corto para explicar la sensación tan
maravillosa que es conducir por esas rutas. Dado a que vinimos en invierno,
muchos de los lagos o ríos que conocimos estaban casi sin caudal, pero a su vez
las fotos con las montañas nevadas son de película (y bueno no solo lo pensamos
nosotros, sino pregúntenle a Peter Jackson).
Finalmente llegamos a nuestro primer "camping" gratis, y lo llamaos "camping" porque esto en Australia lo llaman rest area, es decir, un baño cutre para que puedas pasar la noche. Nuestra sorpresa fue al aparcar dos animalitos muy simpáticos queriéndose colar en nuestra van para robar comida. La verdad que estos animalitos nos han hecho el día inmejorable, y nos ha dado mucha lástima dejarlos allí.
Kilómetros recorridos: 160km
Día 2: Arthur Pass - Lake Pukaki
Al día siguiente, nos
acercamos al pueblo de Arthur Pass, pero obviamente con el frio que hacía no
hicimos ninguna caminata, así que hicimos lo que más nos gusta: conducir. Nos
ponemos en marcha para los lagos que teníamos planeados para el primer día, y
pasamos varios pueblos, entre ellos cabe nombrar Springfield (aunque no vimos
nadie de amarillo). También aprovechamos para comprar huevos frescos en una granja, riquísimos.
De camino al lago, pasamos por el río Rakaia, que tenía un
color precioso. A continuación, nos paramos por un pueblo llamado Geraldine,
que ya solo por el nombre era de parada obligatoria. Allí compramos productos
caseros del pueblo (queso, mermelada y un sucedáneo de pimiento y albaricoque
que estaba rico).
Finalmente llegamos al lago Tekapo, famoso por el color del agua
y la iglesia de Good Shepherd, nos hicimos unas cuantas fotos y proseguimos ya
que hacía bastante frio y se estaba haciendo oscuro. La noche la pasamos en el
siguiente lago, llamado Pukaki, en un camping justo al lado. Estos lagos son
conocidos también por ser lugares donde se pueden ver las estrellas de manera
espectacular, lástima que no salieron bien las fotos.
Al levantarnos, pudimos apreciar como el lago cambiaba de
color a medida que se iba levantando el sol. Nos pusimos en marcha hacia el Mt
Cook. El recorrido va por el lado del lago, es decir, que la vistas son impresionantes.
A mitad de camino, el tiempo empezó a cambiar radicalmente y sin darnos cuenta
nos adentramos en zona de nieve. Empezó a nevar, al principio poco pero cada
vez con más fuerza. Obviamente, esto hizo que tomásemos la decisión de no hacer
las caminatas planeadas para el día, y a cambio nos fuimos a un café a tomarnos
unos chocolates calientes.
Al terminar, las carreteras ya tenían bastante nieve y, por suerte, encontramos un camión saliendo del pueblo que nos fue de lujo para que nos abriese el paso. Geraldine paso mucho miedo pensando en que le iba a tocar salir a poner las cadenas, pero siguiendo la trazada del camión fue suficiente. Una vez en el lago, ya otra vez con tiempo normal, nos pusimos en marcha hacia la costa este.
Nos desviamos a ver un tercer lago y aprovechamos para hacer un snack, la verdad que no valió mucho la pena. También nos desviamos a ver los Clay Cliff que no sabíamos que estaban en propiedad privada, aun así los pudimos visitar.
De camino a la costa pasamos por una de las zonas donde gravaron Narnia, es un descampado con piedras enormes con forma de elefantes. Paisaje salido de cuento!
Al terminar, las carreteras ya tenían bastante nieve y, por suerte, encontramos un camión saliendo del pueblo que nos fue de lujo para que nos abriese el paso. Geraldine paso mucho miedo pensando en que le iba a tocar salir a poner las cadenas, pero siguiendo la trazada del camión fue suficiente. Una vez en el lago, ya otra vez con tiempo normal, nos pusimos en marcha hacia la costa este.
Nos desviamos a ver un tercer lago y aprovechamos para hacer un snack, la verdad que no valió mucho la pena. También nos desviamos a ver los Clay Cliff que no sabíamos que estaban en propiedad privada, aun así los pudimos visitar.
De camino a la costa pasamos por una de las zonas donde gravaron Narnia, es un descampado con piedras enormes con forma de elefantes. Paisaje salido de cuento!
Como última parada del día estaba Omaru, que es un pueblo
con muchos más servicios que los de los pueblos que venimos viendo, es decir,
que cenamos Pizza.
En este pueblo hemos podido ver pingüinos de ojo amarillo,
que son los más pequeños del mundo. Además son muy tímidos, así que al llegar
al sitio nos tuvimos que esconder un buen rato hasta que salió el primero. Hicimos
las fotos que pudimos y cuando nos estábamos por ir, ya que hacía mucho frio, a
mitad de camino vimos el segundo, con sus andares tan particulares. A partir de
ahí, nos fuimos dirección Hebert donde hay un camping de la cadena Doc que
salen muy económicos.
Kilómetros recorridos: 378km
Día 4: Omaru-Surat Bay (The Catlins)
Cómo nos cuesta ponernos en marcha con este frio... además,
preparar desayuno en la cocina de camping no es lo más eficiente. En fin,
cuando logramos volver a la carretera nos dirigimos a nuestra primera parada
del día: Moeraki Boulders, es decir, rocas que parecen huevos gigantescos de
dinosaurios en la arena. Estas formaciones rocosas llevan millones de años en
la arena y te aconsejan verlas con marea baja. Cuando llegamos nosotros había
marea alta, o sea que nos encontramos en un dilema: arriesgar nuestra
integridad e ir a sacarnos fotos con las piedras, o no hacer la actividad. Como
ya se imaginan, nos lanzamos a la piscina (o en este caso al mar) y fuimos
corriendo por la costa. Cada vez que se venía una ola nos subíamos a las
piedras del acantilado para no mojarnos. Hasta ahí todo bien, el problema es
cuando Geraldine estaba sacándole fotos a Helios parado en encima de una de las
rocas, no le dio tiempo a subir a ella antes de que la ola le mojara de
rodillas para abajo.... En fin, si alguien quiere algo, algo le cuesta y en este
caso para nosotros fue un par de zapatos (los mas "calentitos" que trajimos)
mojados por un par de días.
De allí seguimos por la carretera de la costa con vistas impresionantes, y como empieza a ser común aquí, pasamos por diferentes paisajes en poco tiempo. Estaba viendo el sol y el mar cuando Helios anuncia que pasaremos nieve en la carretera. Geraldine piensa que debe ser un error, cuando afirmativamente, el paisaje cambia completamente y estamos en un lugar nevadísimo. Otro cambio de paisaje mas y ya estamos en Dunedin, donde por falta de tiempo no pudimos ver la calle mas empinada del mundo. Como era sábado nos acercamos al mercado de granjeros en la estación de tren, y como ya estaban cerrando no vimos nada que quisiéramos comprar. Nos ponemos a pasar por el pueblo y fuimos a información de turismo a que nos dieran mapas un poco más detallados de la zona.
Nos comimos un fish and chips y nos adentramos en la península de Otago, característica por toda la cantidad de vida salvaje que vive en la zona. Desafortunadamente la mayoría solo te dejan verla con tours "para que tu no dañes el ecosistema" y ellos se lleven dinero. Nosotros decidimos ir a un castillo que solo está a mitad de camino de la península, y las visas por la carretera al lado del mar eran de película. Terminé de decirle a Helios "solo aunque sea por estas vistas valió la pena" que se nos vino una nube de nieve encima y en pocos segundos no solo dejamos de tener vistas sino que además estamos metidos en medio de una tormenta de nieve. Dimos media vuelta y, como siempre, otro cambio de tiempo, ya estábamos con el mar de nuevo a nuestro costado y con buen tiempo, camino al sur.
De allí seguimos por la carretera de la costa con vistas impresionantes, y como empieza a ser común aquí, pasamos por diferentes paisajes en poco tiempo. Estaba viendo el sol y el mar cuando Helios anuncia que pasaremos nieve en la carretera. Geraldine piensa que debe ser un error, cuando afirmativamente, el paisaje cambia completamente y estamos en un lugar nevadísimo. Otro cambio de paisaje mas y ya estamos en Dunedin, donde por falta de tiempo no pudimos ver la calle mas empinada del mundo. Como era sábado nos acercamos al mercado de granjeros en la estación de tren, y como ya estaban cerrando no vimos nada que quisiéramos comprar. Nos ponemos a pasar por el pueblo y fuimos a información de turismo a que nos dieran mapas un poco más detallados de la zona.
Nos comimos un fish and chips y nos adentramos en la península de Otago, característica por toda la cantidad de vida salvaje que vive en la zona. Desafortunadamente la mayoría solo te dejan verla con tours "para que tu no dañes el ecosistema" y ellos se lleven dinero. Nosotros decidimos ir a un castillo que solo está a mitad de camino de la península, y las visas por la carretera al lado del mar eran de película. Terminé de decirle a Helios "solo aunque sea por estas vistas valió la pena" que se nos vino una nube de nieve encima y en pocos segundos no solo dejamos de tener vistas sino que además estamos metidos en medio de una tormenta de nieve. Dimos media vuelta y, como siempre, otro cambio de tiempo, ya estábamos con el mar de nuevo a nuestro costado y con buen tiempo, camino al sur.
La próxima parada era Nugget Point, que es un faro muy
antiguo con formaciones rocosas enfrente de él. Al llegar, nos bajamos de la
furgo y que friooooo, nos abrigamos todo lo bien que pudimos y nos pusimos en
marcha los 20 min de camino que nos separan del parking hasta el faro. A los
pocos minutos se nos puso a granizar, pero no nos dimos por vencidos y seguimos
el camino. Al llegar al faro, ya se fue el granizo y solo quedó mucho viento.
Por suerte, muchas zonas están resguardadas. Apreciamos los nuggets enfrente
del faro y nos volvemos a la Van que ya se estaba haciendo de noche y nos quedaba
aun encontrar un camping. De camino al camping decidimos pasar por Cannibal
Bay, una bahía donde supuestamente se podían ver leones marinos, pero ya estaba
oscureciendo y no tuvimos suerte. Finalmente, llegamos al camping de Surat Bay
donde pasamos la noche.
Kilómetros recorridos: 319km
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